'Así es la vida'
Cuando un artista lleva tantos años sobre el escenario como en las portadas de las revistas del corazón, la vida tiende a disiparse y lo profesional y lo privado a confundirse. Por eso, la tonadillera Isabel Pantoja ha querido narrar sobre los escenarios aquellos pasajes de su vida dignos, a su parecer, de ser recordados y todos ellos van acompasados al ritmo de su vasta discografía, salpicada de éxitos.
El espectáculo 'Así es la vida' es el transmisor que la Pantoja ha decidido tomar para relatar sus vivencias y compartirlas con su público. Un espectáculo que el pasado domingo -2 de mayo- llegaba a Benidorm y aterrizaba en un Benidorm Palace con aforo completo. Isabel Pantoja irrumpía en el escenario sabedora de que más allá de los focos había un público entregado e incondicional, capaz de acompasar el tarareo de sus letras con los piropos más variados y sentidos. Y todo ello en una sala, el Benidorm Palace, que invitaba a compartir esos retazos de la vida de Isabel en el ambiente más íntimo y apropiado, con un escenario de madera que dejaba resonar el tronar de unos tacones que irrumpen en el suelo al ritmo de la música salida de las entrañas.
Empezó la Pantoja, en un espectáculo nada usual, imponente, demostrando que su voz no precisa de micrófonos, jugando a silenciar las canciones en sus tramos más animosos para volver a retomar la melodía a su gusto. Su voz, eso sí, no pudo ir acompañada de ese baile hondo. Un fuerte esguince obligaba a la tonadillera a mantenerse prácticamente clavada en el escenario y a abandonarlo entre pase y pase acompañada de alguno de sus bailarines.
Pero fue una cuestión menor que la Pantoja supo suplir con su voz. Coplas, temas con sentimiento y algunos de sus clásicos más esperados como 'Marinero de Luces' o 'Así fue' conquistaron a un público que fue a quererla y que se dejó querer.
En 'Así es la vida', la tonadillera jugó a dar al público algo de su yo más íntimo. Fotos de la infancia y juventud de Isabel, junto a las instantáneas de los que fueron los momentos más felices de su vida junto al torero Paquirri. También momentos para sus hijos.
Como viene siendo habitual en las últimas actuaciones de la sevillana, hubo momentos para la emoción. En algunos momentos, la Pantoja no pudo reprimir las lágrimas, ni su público los aplausos.
Tras un repaso a sus temas, y tras bailes intercalados a cargo de un ballet de diez componentes, la Pantoja se despedía del público del Benidorm Palace con una versión del 'My Way' de Frank Sinatra que fue interpretada por los asistentes como una declaración de intenciones y como una llamada de la tonadillera a mantenerse en el lugar en el que ha decidido estar. Sin embargo, tras el clamor del público, la Pantoja decidía premiar la entrega del público del Benidorm Palace con un tema final, fuera del guión, un 'Así fue' que puso el broche final a una tarde en la que se dieron cita asistentes de la más variada tipología.
MACU ESTEVE