Naturaleza viva, a media hora de Benidorm


Aunque conocida principalmente por el sol y sus playas, Benidorm alberga otros muchos atractivos que la convierten en un destino turístico ideal para los amantes de la naturaleza y las actividades al aire libre.

Cuna de los rascacielos más altos de Europa, Benidorm se encuentra arropada por un anfiteatro de montañas, cuya majestuosidad natural embellece aún más si cabe su línea de costa y la protegen del frío y el viento. A menos de media hora en coche de la urbe, se hallan diferentes cimas por las que discurren diversas rutas que esconden tesoros dignos de descubrir por aquellos amantes de la naturaleza, ávidos de un poco de aventura al aire libre.

Caminar entre pinos, carrascas y encinas, por sendas con esencia a lavanda, a tomillo y a romero se convierte en una placentera experiencia con la que despertar nuestros sentidos y purificar nuestro cuerpo y nuestro espíritu.


EL PUIG CAMPANA

 
Uno de los mayores impactos visuales lo protagoniza una de las cumbres más emblemáticas de la Costa Blanca, el Puig Campana, la segunda cima más alta de la provincia de Alicante que se sitúa a tan sólo 10 kilómetros de la costa y que se eleva hasta los 1.408 metros de altura.

Enclavada en el término municipal de Finestrat, esta montaña se encuentra envuelta en un halo de misterio, a causa de su particular morfología, que ha dado lugar a numerosas leyendas. La espectacular dentellada que alberga en su cima es la  responsable de despertar la imaginación de quienes la contemplan. Según cuenta la tradición, la piedra fracturada fue arrojada al mar, dando como resultado lo que hoy conocemos como la Isla de Benidorm.

Así pues, la legendaria hendidura sigue levantando pasiones y son muchos los que se deciden a llegar hasta ella para divisar desde arriba la enigmática isla que se asoma en medio del inmenso mar.

‘La Volta a la Serra’ es la senda más conocida, la ‘Ascensión al Puig Campana’ es un poco más compleja y el tercer camino que se abre ante nosotros es el ‘Camí de la Cova del Roget’. Las rutas tienen una dificultad media-baja, por lo que están dirigidas a todo tipo de público y la duración de sus recorridos oscila entre las 4 y las 6 horas dependiendo de la ruta escogida. Todas ellas parten de la Font del Molí.

SIERRA HELADA

 
Si deseas disfrutar de un paseo por el campo junto al mar, nada mejor que visitar el Parque Natural de Serra Gelada, cuya mayor ventaja es su cercanía a la ciudad. Y es que a tan sólo unos metros de distancia se erigen espectaculares acantilados que llegan a alcanzar los 300 metros de verticalidad. Su extensión abarca tres términos municipales, Benidorm, l’Alfás del Pi y Altea. Existen diversas rutas, pero quizás la más interesante sea la que discurre al filo de los acantilados desde Benidorm hasta el Albir. Nuestra marcha deberá iniciarse en la Cruz, el primer punto elevado de la sierra que se divisa desde la costa. De ahí hasta llegar a la entrada del Camino del Faro del Albir nos esperan subidas y bajadas que romperán con la rutina de una ruta siempre en ascenso. Las vistas desde los precipicios, las dunas fósiles y su insólita vegetación son una de las mejores recompensas de esta caminata de cerca de 9 kilómetros y cuya duración media se estima en unas 4 horas.

Si se prefiere un paseo tranquilo para disfrutar con toda la familia, la mejor opción es recorrer el popular Camino al Faro del Albir. No requiere de un gran esfuerzo físico para transitarlo y es de fácil acceso. En una hora escasa se puede recorrer este agradable paseo de ida y vuelta con unos 3 kilómetros de itinerario. El camino conecta con algunas calas llenas de encanto y con una antigua mina de ocre, y desde sus miradores se pueden contemplar las bahías del Albir, Altea, así como el imponente Peñón de Ifach, en Calpe.

SIERRA DE BERNIA

 
Altea alberga otra de las fascinantes alternativas para la aventura al aire libre. Se trata de Sierra de Bernia, cuya afilada cresta se extiende perpendicularmente desde la costa al interior actuando de frontera natural entre la Marina Baixa y la Marina Alta. Una espectacular formación montañosa de unos 11 kilómetros de oeste a este y 1.900 hectáreas de extensión que abarca los municipios de Altea, Calpe, Callosa d’Ensarrià, Benissa y Xaló. Su punto más alto se encuentra a 1.128 metros sobre el nivel del mar. Desde su cima se puede observar  toda la línea costera comprendida entre el Cabo de la Nao, en Jàvea (Xavea), y el puerto de Alicante. Incluso en días claros se puede divisar la isla de Ibiza.

Bernia alberga además parte de nuestra historia en sus faldas. En su vertiente sur Felipe II ordenó construir en 1562 el llamado Fuerte de Bernia, cuya finalidad era, por un lado, prevenir las revueltas de los moriscos y, por otro, defender la costa de los frecuentes ataques perpetrados por los piratas berberiscos. De esta histórica fortificación, situada a unos 800 metros de altura, encontramos aún restos arquitectónicos como lienzos de murallas, construcciones abovedadas, fosos y torreones del fuerte.

Aunque la obra de la naturaleza nos sorprende aún más en esta sierra con singulares formaciones geológicas como es el ‘Forat de Bernia’, situado a unos 1.000 metros de altura. Una de las sensaciones más inolvidables de esta ruta la experimentamos al atravesar desde la cara norte a la cara sur esta imponente montaña por un angosto túnel natural que has de caminar en cuclillas hasta que la cavidad se ensancha para dejar entrar la luz del sol y mostrar la inmensidad del mar que se presenta ante nuestros ojos. 

PONOIG

Otra de las propuestas que nos ofrece nuestro entorno la encontramos a escasos 20 minutos de Benidorm, en el municipio de Polop de la Marina, desde donde se erige el majestuoso Ponoig, o más popularmente conocido como el León Dormido, principal vigía y protector de esta localidad del interior de la Marina Baixa. La impresionante verticalidad de este monte de 1.181 metros de altura atrae a lo largo de todo el año a centenares de escaladores dispuestos a surcar sus paredes y conquistar su cumbre. Las paredes del Ponoig se elevan hasta los 600 metros de altura y su color rojizo la han hecho valedora del sobrenombre: ‘Los Dolomitas Españoles’. En el Ponoig se puede practicar tanto Escalada Clásica como Escalada Deportiva e incluso existe una Vía Ferrata con la que desafiar a las alturas.

No obstante, el Ponoig también ofrece otras posibilidades menos arriesgadas como la de caminar por sus sendas. El Barranco de Xirles, la subida al Ponoig por Margoch, el Collado del Llam, El  Salat y l'Almàssera son algunas de las rutas más señaladas, cada una de ellas con su particular dificultad y cuya duración puede oscilar entre una hora y media y hasta cuatro horas si deseas contemplar las vistas que te ofrece el León Dormido desde su cima.

AITANA

Si lo que ambicionas es ascender a la cumbre más alta de la provincia de Alicante, tu reto se encuentra en la Sierra de Aitana, sistema montañoso al que pertenecen el Puig Campana y el Ponoig. Su cima se encuentra a 1.558 metros de altura y uno de sus mayores espectáculos geológicos se encuentra antes de llegar a su cúspide, una mole de piedra enorme que deja un pequeño espacio por el que a duras penas cabe una persona. De ahí su nombre: ‘El Passet de la rabosa’, desde donde se puede divisar, justo en frente, un ‘forat’ que atraviesa la roca. A sus pies, en la conocida Font del Partegaz, como recompensa al esfuerzo realizado en nuestro ascenso, encontramos merenderos y barbacoas que hacen las delicias de un buen día en el campo.

Begoña Arija Coque.